
Lactando con APLV
Por qué sí vale la pena: el poder de la lactancia materna
La leche materna es mucho más que alimento. Es un órgano vivo formado entre dos cuerpos que sigue nutriendo, protegiendo y conectando a un bebé con su madre una vez fuera del útero. Ya sea que amamantes a un bebé humano, ballena o elefante, la naturaleza nos ha dotado de un sistema ajustado a nuestras necesidades únicas.
Sabemos que no siempre es posible una lactancia exclusiva. En ocasiones se opta o se necesita usar fórmula o realizar lactancia mixta. Y eso no invalida en absoluto tu esfuerzo ni el bienestar de tu bebé. Esta página no pretende generar culpa, sino ayudarte a recordar por qué estás aquí, informándote, aprendiendo y superando tantos obstáculos: porque quieres dar lo mejor a tu bebé.
Muchas veces, en medio del cansancio, surge la pregunta:
“¿De verdad vale la pena seguir un mes más con leche materna?”
Y la respuesta es clara: Sí. Siempre vale la pena, si está en tus posibilidades y tu deseo.
Cada gota cuenta. Cada día cuenta. No por perfección, sino porque estás eligiendo, con información y amor, el camino que más te resuena.
BENEFICIOS DE LA LACTANCIA
La leche materna: nutrición personalizada y defensa natural
Más allá del vínculo emocional, la leche materna es el alimento más completo y adaptado para el sistema inmunológico del bebé. Aquí te mostramos por qué:
Composición inmunológica clave:
Células vivas: participan en la defensa activa contra patógenos.
Factores de crecimiento: estimulan el desarrollo de órganos y tejidos.
Bacterias vivas: nutren la microbiota intestinal del bebé.
Nutrientes inmunomoduladores: equilibran y educan al sistema inmune.
Oligosacáridos de la leche humana (HMO’s)
Son el tercer componente más abundante de la leche materna y actúan como prebióticos esenciales:
Alimentan a las Bifidobacterias, bacterias buenas que protegen el intestino.
Reducen el pH y aumentan la producción de moco intestinal.
Mejoran las uniones celulares del intestino, reforzando la barrera protectora.
Producen ácidos grasos de cadena corta, fundamentales para la salud del eje intestino-cerebro.
Cada mujer tiene una composición única de HMO’s, según su genética.
¿Y los alérgenos?
Sí, la leche materna puede contener pequeñas cantidades de alérgenos, pero también incluye factores antiinflamatorios que pueden ayudar a prevenir alergias a largo plazo. En lugar de ser un riesgo, muchas veces actúa como una forma natural de inducir tolerancia.